Trabajadores de Alzira protestan por el caos sanitario de Puig: piden 300 plazas estructurales más
Trabajadores de la Sanidad Pública valenciana, en concreto del Departamento de Salud de la Ribera cuyo máximo exponente es el hospital de Alzira, dependiente de la Consejería de Sanidad del Gobierno valenciano, que preside el socialista Ximo Puig y cuya consejera es la también socialista Ana Barceló, se han concentrado hoy ante ese hospital para reclamar refuerzos urgentes en su departamento de salud: piden que se creen 300 plazas estructurales más. La movilización ha sido convocada por el Comité de Empresa, que preside la Central Sindical Independiente de Funcionarios (CSIF). Durante 15 minutos (de 12 a 12,15 horas) han denunciado la falta de personal y las condiciones de precariedad laboral que padecen.
El 1 de abril de 2018, el hospital de Alzira pasó de la gestión privada a la pública. Por tanto, pasó a ser dependiente de la Consejería de Sanidad valenciana. Desde entonces, los convocantes de la manifestación de hoy no han visto cumplidas las promesas del gobierno valenciano de incrementar el personal. Y la situación ha estallado en plena pandemia. El personal está extenuado. Y las plantas del hospital y los centros de salud se encuentran bajo mínimos, según ha explicado el sindicato. Si como muestra vale un botón, aquí van dos: denuncian que sólo un técnico de cuidados auxiliares de Enfermería atiende de noche a una planta. Y denuncian, también, que llega a haber dos enfermeras por turno para tratar a 50 pacientes.
Apuntan, además, que los refuerzos covid se utilizan, en la práctica, para cubrir bajas e incidencias del día a día en lugar de reforzar a una plantilla que consideran infradotada y cuyas carencias son, dicen, más evidentes aún durante la actual pandemia. La consecuencia es una saturación que llega a provocar, según explica CSIF, que estén renunciando trabajadores a puestos fijos y que haya personas que se desactiven de la bolsa de trabajo: prefieren asumir la sanción, explican, a que les llamen y no puedan trabajar de forma adecuada.
Por ello, urgen a la gerencia del citado departamento de salud y a la consejería que dirige Ana Barceló a que dimensionen la plantilla de modo que les sea posible atender la actual demanda de usuarios y consideran imprescindible la creación de 300 plazas estructurales sólo en el departamento para afrontar la situación actual y ofrecer la respuesta adecuada a la demanda de los pacientes.
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